lunes, diciembre 05, 2016

El país que dejó de ser



Y el hombre
sumido en la obsesión de posesión
solo llega a situaciones irreversibles
totalmente desnudo del amor
roído por el odio y el egoísmo
existencia en desiertos inescrutables
del que nunca más podrá retornar
entonces ¿para qué atesorar
Poder y riquezas?

 
Recuerdo de naturaleza/Isaac Cordal













Y antes el hombre integrado a la naturaleza
andando en comunión con los otros seres vivos
como río joven entre cada estación vivificándose
luego hombre artificial apenas riachuelo cada vez
con menos caudal arribando a la estación invierno
 ahora hombre como simple quebrada seca llegando a
la estación verano con una vida enteramente enteca
completamente ajeno a las brisas de primavera y otoño
simplemente sobrevivencia negándose a sí mismo y su
tiempo pasando indiferente y él mismo viéndolo pasar
hombre ya en cuero seco bajo un cénit sol de mediodía

Y estuvo como árbol en bosque de simientes vivas
ahora está en un tiempo rumbo sin sentido humano
hombre de rostro con ojos que ya no ven para sentir
hombre como país ya esqueleto bajo el mismo sol
antes haciendo vida ahora subsiste sin hacer propio
pero sus élites continúan en festín sobre su cuerpo


¡Venezuela! país de los tantos del mundo sin savia como
un hombre en harapos un pie desnudo y otro en alpargata
pero rico en cuasihombres de febriles prácticas de cultos
tierra mina abierta en explotación en manos saqueadoras
mientras habla con una “ideología” que no es pensamiento
extraviado en quisicosas insustanciales de siglos pasados
la ignorancia tejiendo sus huesos en esqueleto inorgánico
mientras sus élites en el Poder se disputan sus desechos


Pero su flora y su fauna aún habitándola regada por
sus antiguas aguas tropicales bajo un sol espléndido
que de levante a poniente va testimoniando su vida
silvestre con el riego vivo de sus luces crepusculares
y una luna navegando hacia sus lagos de plenilunios
con sus cíclicas mareas nutriendo la vida de sus tierras
y un cielo azul salpicado de arcoíris como señal de esa vida
¡la vida! ¡la vida! esperando por la resurrección del hombre