viernes, octubre 03, 2014

Contigo, Mafalda


La medicina de la vida receta
en ayunas tomar
dos cucharadas grandes
de extracto de sonrisas púrpuras
después de cada comida
dos grageas  1000 mg de risas lilas
y a la noche antes de acostarse
tomar en medio vaso de agua
cinco mililitros de jarabe
de carcajadas de risas
receta sin interrupción
en toda la vida
para tener la salud
que hoy carecemos



Nos unimos en “cayapa” para celebrar los 50 años de existencia de Mafalda, que cumplió el pasado 29 de septiembre de 2014, luchando por la construcción de un mundo mejor. Pero, sin fiesta porque no hay nada que festejar: el mundo sigue sin mejorar su salud. Pero, en cada geografía, el hombre rinde homenaje y le expresa hondo agradecimiento por estar a su lado en el combate por la vida. Y también, todo el planeta Tierra, en la lucha contra la depredación que le causa la acción de este mismo hombre. Y el mismo Quino –con sus 82 años-, quién jamás deja quieta su pluma, está en “campaña política” para que Mafalda, y sus amigos: Susanita, Manolito, Felipe, Miguelito, Libertad, junto a su mamá, papá y Guille, su hermanito, estén en cada latitud librando ese combate por la vida. Y labren, junto al hombre cotidiano, otro mundo de signo distinto al actual, el mundo porvenir donde el hombre cesa su llanto, su dolor, deja de sufrir la mala vida, y al fin, alcanza su felicidad y la paz.

Pero ¿Cómo dicen? ¿Democracia?


Y en este ¡homenajecumpleaños! de Mafalda y de sus acompañantes protagonistas, hay sellos distintos de acuerdo a la complejidad de la situación conflictiva que padece el hombre. Y es que cada geografía exhibe, cada vez, un mayor nivel de la violencia que le afecta. Por ejemplo, allá, Siria e Irak, en su guerra milenaria, aparecen modalidades inverosímiles, donde no solo, se quita la vida, sino –simplemente-, ahora, la muerte se viste de cruda crueldad-propaganda: a la víctima, en vivo, primero se le anuncia, creando expectativas, y luego, se le decapita para “poner” al imperialismo “rodillas en Tierra”. Pero, en general, es de todas partes del mundo de donde nos llegan los “partes” noticiosos de la matanza, y de los perfiles que va alcanzando la mala vida que afecta a la Tierra.


Pero hay, otras de pasmo, que compiten: Venezuela, que a pesar de su pequeño territorio y población, “vive” una guerra no “oficial”, declarada por nadie, pero no obstante, en promedio, “cosecha” 20.000 muertos anuales. Y comanda en violencia la cúspide mundial, adobada con inflación, escasez, hampa, epidemias, cultos y represión. Y en criminalidad, adquiere la distinción mundial, no en decapitar, sino en “picar” las víctimas en pedazos, que –para despistar- ocultan en sitios distintos –ahora, de “cuadrantes”-, alejados  unos de otros. Y como otros “botones” de su violencia cotidiana, “vive” cadenas de epidemias: dengue, chikungunya, influenza, pesadilla del ébola, etc., etc., salpicadas de secuestros y “raptos express”. Pero, “afortunadamente”, en éste alto sitial de su violencia, ya se conoce los culpables, que a diario “desnuda” su afiebrada ideología-culto. Y con dedo “divino” –que recuerda que el “héroe vive”-, enérgico, acusa a: los magnicidios, la guerra económica, las conspiraciones, la derecha burguesa, el contrabando, y la “maldad”, orgánica, congénita, de la oposición e imperialismo. Y en “cuadrantes”, a todos los tienen “reducidos”, y bajo control. Pero, no puede evitar que Mafalda arrugue, en hondo silencio-asombro, el entrecejo de su frente: ¿qué males profundos e históricos estarán anidados en la sociedad venezolana para llegar a estos niveles? Y Mafalda, para dilucidar el asunto, va hablar con Quino…


Y Venezuela, “ayuda” a Mafalda redefinir en calidad su tarea protestataria, no solo con su aporte en criminalidad, sino con otro, muy particular, y distintivo a nivel mundial: la “sopa” venezolana, que es de calidad superior a esa “sopa” que Mafalda, desde que nació, viene enérgicamente protestando, negándose a consumirla. Y es superior, porque la “sopa” venezolana, es un producto nacional, hecha con un adobo especial-integral: chavistabolivarianorevolucionariosocialista. Y ahora, éste adobo es mejorado, con los aportes de la santa alianza CubaChinaRusia, en flagrante detrimento del Imperialismo Yanqui. Y tal calidad, obliga a Mafalda, antes de protestar la “sopa”, como es su usual costumbre, a mirar y remirar, repetidas veces, al “plato” venezolano, con su ceño fruncido, hundido en meditación. Está consciente de que su actitud podría traerle un gran susto.





Pero, a pesar de ello, obliga algunas preguntas: ¿Mafalda, se tomará o protestará la sopa? ¿sabrá que si la protesta o no se la toma, podrá ser enjuiciada por traición a la patria? O ¿no temerá que la califiquen de escuálida imperialista y enemiga o que la exilen de cubachinarusia? ¿no temerá que le abran juicio, y mientras llegue el juicio, la recluyan en Ramo Verde? En verdad, estas posibilidades, hacen bien complicada la decisión de Mafalda, más aún cuando medita sobre el adobo especial-integral, único en la cocina internacional. Pero, apostamos que Mafalda, como siempre lo ha hecho frente a tantos regímenes, sabrá como ventilar su decisión ante ésta -de inconfundible sabor-olor-, particular “sopa”.





Y en general, en esta manera de ventilar su decisión, está implícita el cómo, el por qué, el para qué, cuándo, el hombre podrá salir de esta encrucijada-paradoja que “vive” en este siglo XXI. De aquí, la importancia, de este homenaje a Mafalda y sus amigos, que tiene para el mundo, y en particular, para Venezuela.


Y ser oso, ser pájaro, ser flor, ser fruto. O ser bosque, ser polen que llama a los polinizadores, sólo eso –ser- para vivir. Pero, ¿por qué ser hombre no basta para vivir? ¿por qué es tan difícil vivir? Y en teoría, la cosa no es tan complicada. Solo basta –así de simple-, ponerse frente a la “sopa” venezolana, frente a la “sopa” del mundo, y decidir la acción, que la misma teoría y la praxis social, que emana  de la “sopa” en sentido histórico, aconsejan realizar. Pero, primero, ante todo, habría que empezar a sentirse humano –transición de hombre a humano-, luego, ser humano. Ser, como ellos, en su escala y especie.


Contigo, de acuerdo. Pero Mafalda, estar vivo como real humano. Y como el niño es la forma primera humana, con sus atributos congénitos de libertad, justicia, verdad, belleza, amor, solidaridad, alegría, que vienen con él al nacer, solo habría que crecer –sin perder  ni menguar esta carga-, crecer, crecer, y nunca parar hasta alcanzar esta etapa: la de real humano. Y coño! –lo dice Mafalda-, ¿por qué el hombre deja de ser ese niño, y con él, abandona esa carga? Bueno, Mafalda, es la historia. Coñísimo! –ahora, es Susanita-, el hombre así “vive”, porque le da su “perra” gana! También, hasta el presente, es la historia. Y entonces, la conclusión es lógica –enérgica, sentencia Libertad-: ¡cambiémosla! ¡hagámoslo!