Y
en este tiempo
la
vida inverna
en
un cuarzo
allí
crece espera
es
como una crisálida
cuando
mejore el tiempo
se liberará y saldrá
volando
Y el Ser habrá de emerger
en este tiempo de canjilones de
pesares
y lo hará desde el niño hasta el
hombre
trayecto bajo el duro sol de mediodía
donde se acurrucan las piedras
hasta agrietarse para calmar el calor
o en una espesa noche de luna nueva
entre sus pleamares y bajamares de
aguas
azules a turquesas puras enzimas de
la vida
o bajo un agitado y presuroso vuelo
de pájaros
hacia el nido donde impaciente
esperan los huevos
o al cese de la agria conspiración de
las sombras
para que al fin se desvanezcan
y permitir que la esperanza libere la
felicidad
para que al fin logre llegar a todos
como las semillas jugosas de las
granadas
de aquél granado en su estallido bajo
el sol
junto al guayabo de fruto de roja
pulpa dulce
en el patio de aquella casa con
aquella
azotea donde muchachos soltaban los
sueños
o sentados en las anchas orillas de
la risa
de la madre perenne como esperando
alzando los brazos con ansia
como diciendo aquí estamos dadnos esa
luz
que viene de ese tiempo de canjilones
y nunca más dejar que se mute en
sombras
y será en ese intervalo bajo túnel
de donde habrá de venir el Ser
Y este Ser que llegará serse
amor o serse sueño
en un rotundo quehacerse que será definitivo
despertar como el tránsito del alba a
la aurora
para asir definitivamente entre sus
brazos la vida
y lo hará empezando como hombre
individuo
persona y singular hasta la condición
de ser social
cual un cuarzo sepia perfecto
habitado solo
por esa vida
Y suelta vela al viento un poema
de sueños sepias en atardeceres lilas
y de lilas en
atardeceres sepias
un libro abierto para llamar abordar
la vida
cuántos lo intentan
cuántos lo han logrado
cuántos lo logran
y cuánto es hermoso el reto abordar
a esa vida anhelada desde siglos
Y obligando a la metáfora
soltarse en palabras libres
para hacerse velero en nacientes
aguas
de los sueños sepias y de los sueños
lilas
que con premura retenida en el alma
van llenando los océanos que
apuran a otro tiempo por venir
y a este hombre que está en su costa
le cuenta este sueño poema
el tiempo sepia en clave
violeta
He soñado sepias en atardeceres lilas
cada uno de los días en los que la vida
parece deslizarse por el canjilón de los
pesares y he soñado lilas en atardeceres
sepias para recomenzar el tiempo
conjugado en futuro a través de la risa
de un niño que tramonta los faroles
de la noche con los ojos convertidos
en lunas incandescentes
He imaginado un cuarzo sepia perfecto
y lo he puesto en los mediodías al sol
para que no se vaya de él la vida
que lo habita por entero
He escuchado crescendos vivaces
incontenibles haciendo estación
en largo adagio de violines
sobre continuos de clavecines
y he absorbido el universo en la
gota de agua que da de beber a las
sequías
Me he sentado a orillas de un brazo
de río para medir en mi compás de
hacer milagros los acordes que ha
de ofrendarle a los peces de aguas
profundas y he leído en el espejo
de sus conmociones el retrato de
un atardecer de mandarinares
Me he detenido en los linderos
de un pozo a deletrear el misterioso
lenguaje de las piedras cuando
quiebran la quietud de su cristal
y he creído distinguir más allá del
barro la mano alfarera de la esperanza
aguardando subvertir los desiertos
He visto cristalizar de madrugada
una rama verde noche hasta estallar
en flor de un instante y en su interior
he bordado bajeles de suspirerías
para regalárselas a los amaneceres
He aprendido a recoger la lágrima
para llenar tinajas de tierra y
convertirla en aceite y con él
encender lámparas de luz para
alumbrar las largas noches en las
que el río teje sobre el mar sus
racimos de estrellas y su oleaje
de menguantes
He regresado al solar de la abuela
a aguardar el estallido de las granadas
con las que ellas nos curaba todos
los males bajo aquella sonata alegre
de tintes melancólicos que acompañaban
el vuelo de su pañuelo sobre el aire
azahar que embriagaba su silleta
tejida con hilos de golosina
Y he aprendido a conjugar en futuro
todos los pasados que se recuestan
sobre este hoy inmisericorde que
sin embargo sigue bordando aromerías
en las comisuras de los sueños de
los niños que habitan el país del alma
en busca de un tiempo sepia en clave
violeta sobre los aires de un piano
poblado de alondras
mery sananes
23 de octubre del 2012
Y desde el cuarzo él mira piensa: aguarda la llegada de su tiempo