Prosas a un ayer que vuelve

Diosa/festividad primitiva

En la vida de este tiempo

vemos oímos sentimos

espacio y tiempo envejecidos

memoria como un reloj

de agujas y péndulo detenidos

haciendo un hombre pretérito

cada vez más ajeno al futuro

intermitente repetidor de hilos

de pasados como madeja

buscando la punta de su hilo

de dónde viene

a donde va

para qué su historia

Y cuando llegue a encontrarlo

la punta del hilo en sus manos

no sabrá si es inicio o si es fin

pero sabe que en alguna parte

está el vivir que quiere

Tiempo perfil/Detalle/Dalí

Contigo, Mafalda

La medicina de la vida receta

en ayunas tomar

dos cucharadas grandes

de extracto de sonrisas púrpuras

después de cada comida

dos grageas  1000 mg de risas lilas

y a la noche antes de acostarse

tomar en medio vaso de agua

cinco mililitros de jarabe

de carcajadas de risas

receta sin interrupción

en toda la vida

para tener la salud

que hoy carecemos

Sonata de honor

Y tantas veces cae la gota de agua fresca

hasta que llena la tinaja que dará a beber

y tantos tragos bebe el hombre sediento

que no puede parar hasta calmar la sed

y tantas veces va el cántaro de la sangre

a la fuente del dolor hasta que la muerte

se despoja de su mortaja y erige la vida

entonces en un amanecer de porvenir

otra vez volverán los niños

las madres y mujeres preñadas

los padres y los abuelos

vestir la condición de humanos

y después ya podrán vivir

para siempre vivir

porque la vida solo nace

para estar en ella y vivirla

Trozo de partitura del réquiem de Mozart

¡Gloria! a la vida del hombre creador

Bajo esta luna y

sobre mi Tierra

seguimos estando

esperando que alguien

oiga nuestros gritos

desde estos túneles

cada vez más hondo

pero mientras espero

como mago ingeniero

abro rendijas

para que entre la luz

que trae la vida

y con ella vivo

Tío Simón vuela con el azulejo

Si ya sabemos

que tenemos que partir

¿por qué aún no abrimos el camino

que nos señalan los versos de

la canción antigua del hombre?

Y llorar después

las lágrimas lloverán infértiles y

nunca la alegría podrá germinar

pero los versos ahi siguen

estando sobre  el atril