miércoles, mayo 09, 2018

Albergues de la vida

Ojos que miran al mar…
¿pero qué tanto miran?
pechos que anhelan…
¿por qué tanto suspirar?
Y libres se sueltan
sobre el oleaje infinito
recorren los horizontes
preguntando indagando
¿dónde anda la vida?
¡grito del hombre!
 
Muerte y vida/Gustavo Klim
Habitamos ¡ansiando vivir!
un tiempo-espacio donde
ya no somos personas singulares
¡nos hacemos masas multitudes!
protagonista de tragedias que
no son nuestras como las de ser
rostros andantes para solo mirar
sin saber que no miramos o
qué es lo que miramos y sentir
tantas cosas que no son de la vida
y somos como números cosas datos
¡simplemente seres mutilados!

Y ya somos unos 7.500 millones de seres
abarrotando a la Tierra con la tendencia
indetenible de seguir creciendo dentro
de un sostenido deterioro de la vida real
¡en verdad una jaula de hombres!
una existencia de una vida en guerra
¡el hombre contra el hombre!

Y reflexionando bajo la reflexión
del filósofo del amor Juan García Bacca
estamos en un mundo que posee una “vida”
que es una cuasivida como una cuasicosa
en una cuasiexistencia de cuasihombres
¡y esta es la esencia de la tragedia
del hombre moderno de la que podrá
salir cuando extinga esta esencia y
la sustituya con la esencia humana!

Y ¿en qué perfiles o sonreíres
rictus o palabras o mimos de rostros
o gestos de manos buscando otras o
brazos que se abren queriendo abrazar
se muestra la vida aquella que nació?

¡Ahora esta vida habita en las hojas
donde se hace la fotosíntesis o en
el polen de las flores ofrendándose
o en los cantos de los pájaros o en
la dulce melodía de las ballenas o
en la terca simiente de la hierba
o en el primer canto llanto alegría
del niño cuando acaba de nacer!

¡Ese flujo vivir de los hombres ahora
opacos a dónde huyó como humos!
uno mismo se mira o miramos a otros
y nos palpamos o palpamos a otros
y la vida se le siente subterránea
¡qué aconteció con tantas alegrías
y con tantas esperanzas aladas!
y no hablamos de vida individual
sino de vida colectiva del hombre

Y esta cuasiexistencia de cuasicosas y
de cuasihombres “vive gozando una vida”
a expensa de un almacén de mercancías
 que este hombre acumula con lucro para
“disfrutarlo” en sus orgías entregando
a cambio el sudor y sangre del hombre
y el trabajo antes creador de vidas
ahora es pura actividad para lucrar
explotar manipular mentir asesinar
¿y el amor? otra mercancía más
 
Vida moderna/Surrealismo/Rafal Olbinsky 
¡Ay voluntad ajena y tirana que nos
manipula como sus creaturas objetos!
pero ¿hasta cuándo lo permitimos?
andar entre sus espejos o solo mirarnos
en los empañados vidrios de sus calles
esperar a que pasen sus carros porque
ellos tienen más derechos que nosotros
o recitar sus oraciones que de tanto
repetirlas las creemos “verdades”
o permitir su derecho de violencia
negando nuestro derecho a la vida
¡nos construimos en seres alienados!

Pero aún así queda un yo tú él o ellos
personalizados bajo tantos nombres
o en trozos que nos da un espejo roto
¡rastros de existencias solo palpitando!
¿podrían ser puntos de partidas para
volver a ser lo que empezamos ser y
decididamente dejar de ser “cuasis”?

Existimos sin el aire de la libertad
de la verdad de la justicia de la belleza
y el amor siempre lo estamos trucando
en verdad habitamos en un reino donde
mandan los mercaderes y sepultureros
¡su derecho omnímodo norma la muerte
para que se desencadena sobre la vida
y sostenga la “paz” de su Orden!

Por fortuna queda existencia que
celosos ocultamos a los ojos del reino
como la hierba oculta su simiente
porque la verdadera vida que aspiramos
solo la sentimos la llevamos por dentro
siempre buscando sus albergues propios
donde pueda aguardar a mejores tiempos
cual cuarzo creándose en las profundidades
para luego emerger en luces de fiestas
como modelo geometría de vida perfecta

Y desde que la vida se hizo peregrina
no cesa buscar aunque sean instantes
como días guarecidos bajo cielos azules
o noches ¡aquellas noche de estrellas
sobre el durmiente mar Caribe!
y en tránsito la luna pura plata
deshojándose entre nocturnales
y cuando las vemos encendidas
sentimos que son albergues de vidas
y entresueños allí nos guarecemos
  
Y bajo esas noches ¡qué noches vivas!
envolviéndonos conciertos de sapitos
que responden los flautines de grillos
bajo aquella luna llena resplandeciente
y sentimos las ganas de refugiarnos
 porque son albergues de la vida

 Y en las montañas o en el mar azul
sobre sus sinuosidades encendidas
vemos cómo las albas lilas abren
el amanecer en luces de auroras
sobre ese timbrado despertar
en alegrías de cantos de pájaros
¡y ese milagro! el nacer en hendiduras
de aquellos hongos alegres que vemos
chorreando deslumbrantes amarillos
bajo rocíos que se abren en arcoíris
¡es la vida llamando por doquier!
¡ellos son ¡albergues de la vida!


Igual a aquellos ojos mirando al
oleaje del mar hacia el infinito
o los oídos oyendo la musical
pláticas de las estrellas o el
rostro a distancia percibiendo
la cálida ternura del niño o el
alma captando los latidos de los
hijos habitando lejana geografía
o esa cadena de los hijos de hijos
prolongándonos en el tiempo
¡albergues de la vida para vivir!

  En todos con frenesí palpita la vida
¡el goce de la vida en campanadas!
pero ahora es nuestra la decisión
de refundar estos albergues en un
solo universo hogar sobre la Tierra
para que el hombre viva libre su vida
como su único hortelano igual a esas
palomas del campanario que vuelan
alegres al son de los dulces tañidos