Nacimiento!
sólo para que el mundo
exista y
éste mundo para nosotros
vivir
pero ¡mundo que soñamos!
cristalizándose en reales
bellezas
y en breves pergaminos
de sueños
que también haremos
realidades
Y así a pulso vamos tallando
la
hermosa cadena de la vida
aquella que queremos vivir
¡hoy
viviéndola en ensueños!
Oposición a este
presente
¡antivida!
que nos engulle
la permanente violencia
el gran absurdo del
hombre
su
aberración existente que
persistentemente le
destruye
Entonces nuestra contra-acción será
¡amarnos!
persistentemente el ¡amor!
el mayor anhelo que nos hará humano
mientras tanto podemos vivirlo
sólo
en nuestro aposento del alma
El alma mirándose en su espejo naranja
oyendo ese tenue murmureo de acordes
de órganos dialogando
con corales
fluyendo del inmenso cuerpo del mar o
también en la imperceptible aura silencio
que el sol va irradiando yendo a su ocaso o
en los ecos de ondas del conversatorio de
las estrellas mirando el hacer del hombre
susurros cómo por
qué para qué se vive
entre ráfagas violetas de melancolías
que forjan encendidos ensueños
¡el hombre anhelando
otro vivir!
Pero al despertar a la dura realidad como
burbujas van estallando sobre ese mismo mar
dejando al desnudo el esqueleto de la vida
mientras ese mar el sol o las estrellas
siguen viviendo en su alegría silenciosa
dejando fluir esos códigos que el hombre
sólo siente con el alma como llamándole
¡misterios que quiere
descifrar!
Ensueños que escapan de párpados
entreabiertos el alma tejiéndolos
yendo al levante
del sol sobre su arco
cruzándose vivencias desde sus senos
¡mutuamente entregándose
suspiros
y en la brisa él les
devuelve rocíos!
¡Oh infancia ensoñándose
en los espacios
azules entre los
dulces pliegues de la madre!
¡oh sol cómo maduras
el maíz que las
artesanas manos de
la madre llevan al molino
para empujar la vida
hacia adelante!
¡oh sol en mis
edades cuánta vida
entregándonos para
construir!
pero ¿lo hacemos?
Y bajo ese baño de radiación solar
palpas mi inquietante cuerpo palpitando
cada vez más apurado como si la vida
estuviera buscando lugar definitivo
como la de ese mar rebobinando sus olas
u ondas del sol navegando hacia su ocaso
o el pupilar de las estrellas platicándonos
Ay mar! oh sol! qué vida
que vivo
¿por qué? tan
diferente a las que viven
¡pero de quién es esta
vida! ¿del alma
escapándose de entre
los ensueños
tratando de mutarse
en otra?
¡sol sobre el mar!
¡mar bajo el sol!
sin cesar intercambiándose
vidas
nunca se cansan en
su mirar mutuo
y los ensueños mirándose tampoco
cruzándose sus rumbos aun inciertos
los mismos que llevamos dentro
entonces ¡cuándo
fundirse en uno
juntos en armonía
hallar el rumbo!
¿Sonríes sol? desde tu convexividad
incansable tu labor pastoreando a
tus criaturas también incansables
buscando más allá
de tú ofrenda
como el niño cuando te está mirando
o mira a las estrellas o al mar o a sus
mismos sueños desde sus bordes
jugando bajo tus rayos con cualquier
objeto que transforma en juguete
Pero desde un ensueño intranquilo ¿acaso tú
misma desde el sol o de la luna o de
una nube?
como puntada sueltas la pregunta inquisidora
Homo! ¿por qué tanto
extravíos?
y en tonalidad enigmática vuela tu voz
¡búscame entre los
pliegues del mar!
resguardándose de tantas inclemencias
pero sin dejar de buscar junto a la madre
la vida en el horizonte cargando su equipaje
¡largo trayecto! ya
es tiempo de balance
¿Balance? No! ¡no te
digo que has terminado!
las estaciones de la vida son largas para vivirlas
cuando el hombre no rompe el equilibrio natural
por eso no dejes de levantarte conmigo y
navegar juntos sobre el arco convexo del sol
mientras el nacer de niños sigue imperturbable
¡la maternidad de la
madre fuente inagotable!
pero ¿para qué tantos niños si la vida
anda columpiándose
entre rupturas?
Si! un columpiar pero en un solo columpio
como ajuga en una mano tejiendo el bordado
porque la obra de la vida es inconclusa
como la Sinfonía
Inconclusa de Schubert
pero siempre buscándose hacerse contínua
y porque en la armonía de su equilibrio
está la potencia
de su crecer para repartirse
por igual en lo infinito dentro de lo finito
como la sinfonía Nuevo
Mundo de Dvorak
Pero ¿ese
equilibrio no está roto?
sí! pero quedan en sus aposentos
fragmentos de sus fuerzas vitales
para la recomposición de la vida
como aquellas Variaciones
de Bach
que cuando juntas las escuchamos
la recomponemos en una sola sinfonía
¡vivámosla en su
hermosa extensión!
Pero alma ¡por qué
quijoteas tanto!
ando ocupada desbrozándote el camino
para que sigas adelante que si persiste llegarás
aunque saciar incertidumbres no es tarea fácil
¿crees acaso que son
pocos los anhelos
sueltos en esta
inmensa y vorágine selva?
¡me empeño crearles
hábitats para
que la vida pueda hacer
su selección!
Ay alma! eres
como alba curioseando
y sé
que te detienes a mirar al mar
extasiándote en sus olas ahítas de alegrías
que navegan encrespadas en espumas
y sin parar constante las persigues
envolviéndote en ese blanco ovillo
creyendo que allí están tus entresueños
Y cómo paciente
lo escudriña en la playa
aprendiendo cómo
tejer lo que ellas tejen
la vida en ese ir y venir sin nunca acabar
¡esa vida que desde que
extravió su historia
todavía anda enmendando
sus yerros!
Y mira! cómo tus
ensueños sobre el mar
pintándolo nos narra su bella inmensidad
fluyente de su cuerpo hecho cristales
donde se refractan miríadas de arcoíris
conteniendo tantos destinos del hombre
mientras él los mira sin saber cuál tomar
¿la vida más allá de
su horizonte que
no es la misma que a
su espalda carga?
Y esperando ¡abismado!
observa al mar
¡qué inmensa belleza
igual su inmensa espera!
y en comunión al sol ambos abrazándolo van
almacenando anhelos de los espacios azules
que como olas constante les van llegando pero
todos saben que es la vida quien decide cómo
para qué cuándo tomarlos para construirse
¿los mismos
misterios tallados en el tiempo?
Pero alma ¡ese
andar tuyo…!
incansable en velamen navegando
por ese espectro
azul igual al de la madre
y es el caracol quien da señales de tu paradero
¿cuándo te detienes? peregrinando en el paisaje
o por los caminos del viento sobre el mar o
en las alas de una gaviota buscando su ruta
o tú misma dentro de tí misma entre cuerdas
componiendo los acordes en sinfonías o como
infinita compañera de la madre cantándole versos
Cualquier lugar es su
sitio universo aunque
prefiere con la madre donde más gusta habitar
ocupada en mirar cómo
cuánto crece el horizonte
empujándolo hacia adelante tendiéndotelo
Y como desprendiéndose unos
de otros los
ensueños van despertando
¡qué sonoridades! en melodías sobre las olas
desparramando acordes compuestos en
sol y fa unas
veces o en do y mi otras veces
la canción de amor
a la vida tuya mía todos
escanciando esencias que aspiran llenar
ese largo vacío que carga el hombre
¿o eres tu misma
dentro de ti misma
dúo de cuerdas señalándole
la senda?
Y alma ¿dijiste hacer
balance? Sí!
pero dejando al ciclo de la vida
que siga en su inconcluso desenlace
dando lecturas del curso del velamen
de velas blancas sobre ese horizonte
donde voy descifrando los códigos
¿hasta cuál puerto o
estación llegar?
Y en ese desenlace siempre reempezándose
nunca olvidar ¡sólo
el alma el corazón
saben ver leer y
captar las esencias!
pero de aquellos que viven encendidos
viviendo a lo largo del ciclo de la vida