jueves, julio 12, 2018

El banco mira

Escribo al niño… navegando
en los océanos de sus pupilas
para mirarlo todo con sus ojos
y sentir  su inocencia abriendo
su libertad su amor su alma su
sed de conocer y con este sentir
ser el humano que habrá de ser

Aunque  sea hombre seguir niño
para desde adentro ir tallándolo
como el humano  que deberá ser
¡el escultor  que esculpe la vida!


Y solo sentado en un banco del
parque solitario muriendo la tarde
me pongo a mirar a sentir
para testimoniar que existo en
medio de la naturaleza universo
como la plenitud de un plenilunio
y hacia ella fluyo en sentimientos
¡consciencia que concientiza
nuestro origen estelar!

  
Yo y el banco ser uno solo
miro y siento
cómo la misma hierba va creciendo
y vuelvo a ser aquel niño jugando
empezando aposentarme como Ser
que construye su propio universo
a imagen y semejanza del estelar
y cómo siento su viva existencia
en armonía y equilibrio que nos
ofrecen iguales posibilidades
para vivir creciendo

Pero ¿por qué mirar y sentir
al otro hombre hecho un objeto
cosa sólo para explotarlo hacerlo
una fuente de riqueza privada?
¡hombre adueñado del hombre!
pero ¿aún carga sus sentimientos
cuando mira esa flor o ese pájaro?
¿somos diferentes o el mismo?
  
En el hondo azul miro y siento al sol
sembrando simientes de energías
en los surcos de vidas de la Tierra
desde su levante hasta su poniente
nunca dejando rincones oscuros
y sobre los horizontes estallando en
espectros de crepúsculos que tiñen
los rostros de los mares y tierras con
las gamas de los colores más diversos
para que exista alegría de vivir la vida
¡qué oleajes de ondas en mi interior!

Miro y siento aquella bella flor
sus pétalos ligeramente sonriéndose
al tenue beso de la brisa que la acaricia
estallando en multiplicidad de colores
enamorando al dulce sepia de la tarde
y su polen ofreciéndose al polinizador
para que sea sembrado de flor en flor
instantes de amor  en la cadena de la vida
encendiendo la fiesta de la germinación
¡fragor de fiesta alegrías en mi interior!


Miro y siento
los latidos del pulso de la tierra
el susurro musical de sus aguas que
corren alegre hacia la alegría del mar
y a la cristalización de sus minerales
fluyéndonos en sutiles lenguajes
como la piedra cuarzo refractando
sus luces en arcoíris que nos invita
vivir semejando a su vida perfecta
¡espectro de colores entre mis fibras!

  
En el mismo azul miro y siento
la eclíptica del sol ante la Tierra
como abriéndose en arcos de luz
¡solsticios y equinoccios!
nacimiento de las estaciones que
van abriendo en abanico circular
alumbrando el templo de mi alma
y ¡también giro irradiando luz!

Miro y siento cómo brota
el cálido verano sembrador
al otoño en dulce melancolía
desprendiendo sus pétalos y hojas
para volver en alegría a su renacer
encubado en la fertilidad del invierno
en silencio gestando la primavera que
en lluvias abre alegrías sobre la Tierra
y me miro y siento ¡soy una síntesis
de las tantas que se gestan!

Y en todo rincón de su vida acontece
el nacer y renacer de su diversidad
¡qué infinito el retoñar de lo bello!
pero hay ojos y almas que no lo ven

  
Mirando y sintiendo
voy aposentándome
yo  en el universo
y él  en mi interior
días y noches sus estrellas
goteando entregándonos su luz
y todo mi Ser ¡concientizado!
se enciende como réplica de estrella
¡qué fragor de la vida gestando la mía!
pero aquel hombre en hosco silencio
  
Pero despertando
miro y siento fuera de mí
como sentado en otro banco
al duro rostro de la agresión de
una existencia en desigualdades
rompiendo la armonía y equilibrio
¡guerra despiadada contra la vida!
pero el espíritu del parque la rechaza

Pero vuelvo a mi universo y
miro y siento  ¡vida porvenir
el sueño antiguo del hombre!
pero asediándole la vieja pregunta
¿cuándo el sueño se hará realidad?
en esperanza me levanto del banco
y me propongo vivirlo entre rendijas
¡no permito que el sueño se deshaga!

Y el banco solo como sensibilizado mira
aquello estremeciéndose en la hoja verde
¡es una oruga en su plena metamorfosis y
ve como magia volar la monarca a la flor!
un hecho simple ¡así es la verdadera vida!


Ediciones jaced