Escribo al niño… navegando
en los océanos de sus pupilas
para mirarlo todo con sus ojos
y sentir su inocencia abriendo
su libertad su amor su alma su
sed de conocer y con este sentir
sed de conocer y con este sentir
ser el humano que habrá de ser
Aunque
sea hombre seguir niño
para
desde adentro ir tallándolo
como el humano que deberá ser
¡el escultor que esculpe la
vida!
Y
solo sentado en un banco del
parque
solitario muriendo la tarde
me
pongo a mirar a sentir
para
testimoniar que existo en
medio
de la naturaleza universo
como
la plenitud de un plenilunio
y
hacia ella fluyo en sentimientos
¡consciencia que concientiza
nuestro origen estelar!
Yo
y el banco ser uno solo
miro y siento
cómo
la misma hierba va creciendo
y
vuelvo a ser aquel niño jugando
empezando
aposentarme como Ser
que
construye su propio universo
a
imagen y semejanza del estelar
y
cómo siento su viva existencia
en
armonía y equilibrio que nos
ofrecen
iguales posibilidades
para
vivir creciendo
Pero ¿por qué mirar y sentir
al
otro hombre hecho un objeto
cosa sólo
para explotarlo hacerlo
una
fuente de riqueza privada?
¡hombre adueñado del hombre!
pero
¿aún carga sus sentimientos
cuando mira esa flor o ese pájaro?
¿somos diferentes o el mismo?
En
el hondo azul miro y siento al sol
sembrando
simientes de energías
en
los surcos de vidas de la Tierra
desde
su levante hasta su poniente
nunca
dejando rincones oscuros
y
sobre los horizontes estallando en
espectros
de crepúsculos que tiñen
los
rostros de los mares y tierras con
las
gamas de los colores más diversos
para
que exista alegría de vivir la vida
¡qué oleajes de ondas en mi interior!
Miro y siento
aquella bella flor
sus
pétalos ligeramente sonriéndose
al
tenue beso de la brisa que la acaricia
estallando
en multiplicidad de colores
enamorando
al dulce sepia de la tarde
y
su polen ofreciéndose al polinizador
para
que sea sembrado de flor en flor
instantes de amor
en la cadena de la vida
encendiendo
la fiesta de la germinación
¡fragor de fiesta alegrías en mi
interior!
Miro y siento
los
latidos del pulso de la tierra
el
susurro musical de sus aguas que
corren
alegre hacia la alegría del mar
y
a la cristalización de sus minerales
fluyéndonos
en sutiles lenguajes
como
la piedra cuarzo refractando
sus
luces en arcoíris que nos invita
vivir
semejando a su vida perfecta
¡espectro de colores entre mis
fibras!
En
el mismo azul miro y siento
la
eclíptica del sol ante la Tierra
como
abriéndose en arcos de luz
¡solsticios y equinoccios!
nacimiento
de las estaciones que
van
abriendo en abanico circular
alumbrando
el templo de mi alma
y
¡también giro irradiando luz!
Miro y siento
cómo brota
el
cálido verano sembrador
al otoño en dulce melancolía
desprendiendo
sus pétalos y hojas
para
volver en alegría a su renacer
encubado
en la fertilidad del invierno
en
silencio gestando la primavera que
en
lluvias abre alegrías sobre la Tierra
y
me miro y siento ¡soy una síntesis
de las tantas que se gestan!
Y
en todo rincón de su vida acontece
el
nacer y renacer de su diversidad
¡qué infinito
el retoñar de lo bello!
pero
hay ojos y almas que no lo ven
Mirando
y sintiendo
voy
aposentándome
yo en el universo
y
él en mi interior
días
y noches sus estrellas
goteando
entregándonos su luz
y
todo mi Ser ¡concientizado!
se
enciende como réplica de estrella
pero
aquel hombre en hosco silencio
Pero
despertando
miro y siento
fuera de mí
como
sentado en otro banco
al duro rostro de la agresión de
una
existencia en desigualdades
rompiendo
la armonía y equilibrio
¡guerra despiadada contra la vida!
pero
el espíritu del parque la rechaza
Pero
vuelvo a mi universo y
miro y siento
¡vida porvenir
el
sueño antiguo del hombre!
pero
asediándole la vieja pregunta
¿cuándo el sueño se hará realidad?
en
esperanza me levanto del banco
y
me propongo vivirlo entre rendijas
¡no permito que el sueño se deshaga!
Y el banco
solo como sensibilizado mira
aquello
estremeciéndose en la hoja verde
¡es una oruga en su plena metamorfosis
y
ve como magia volar la monarca a la
flor!
un
hecho simple ¡así es la verdadera vida!
Ediciones jaced