sábado, enero 01, 2011

Hoy no he visto el paraíso

 Tiempo inmemorial 
que el hombre oye la canción
el poema
como el canto de su existencia
la canción y el poema
como su propia vida
pero la canción y el poema
siguen siendo solo una ofrenda 
que el tiempo desdibuja
y tantos hoy que vienen y se van
que ya es un nunca: “hoy no he visto el paraíso”
Pero la canción y el poema existen.


Canto/Salvador Dalí

                                       
                                                                                                        
Muy temprano amanecí amando a cualquier viviente
que se asome entre los pliegues de mis párpados
y con el anhelo que siempre lanzo a no sé quién
me asomé a los cristalitos que amanecen en los tréboles
que alguna brisa viajera de ayeres se empeña en dejarme
como invitación a sumar pasos andados por el hombre
pero del hombre que anhela volver al traje de humano.
E intrigado me puse a mirar en el fondo de sus pocitos
a diminutas larvas contorsionándose en ritmos de danzas
que parecen querer componer los signos del drama humano
unos de interrogantes asombro
otros de admiración perplejas
como si quisieran descifrar las peripecias de la existencia

Y de sus cabriolas sustancias ignotas emergen
demandando en su brillo gelatinoso la explicación del enigma
pero que solo se ha podido arribar a unas pocas sentencias
un camino bastante difuso aún arropado en tinieblas
y sin embargo el hombre que se busca puede decir
soy yo, luego existo
amarse a sí mismo, amar a los demás.
Entonces, lo inexplicable se ahonda
hasta doler en las entrañas
porque cómo existir y a la vez negarse
cómo amar y llenarse de ira para odiar

Enigma/Salvador Dalí
                                                                                                                                                     
De quién es la existencia o el amor o la vida
mío?
tuyo?
de ellos?
porque el nosotros aún es solo promesa
vivimos un tiempo que aún no es la canción
solo llanto, dolor
y la lágrima es el arma para alcanzar la alegría

Pero la ilusión dice: ahí está la existencia o el  amor
extensión como el mar que baña la tierra
y creyéndola se quiere compartir con aquél
que llora
que siente la sed, el hambre, el dolor
la ausencia de la alegría
y que desde antes habita en la orilla de la tristeza
pero él arropado por este tiempo no las quiso recibir o no pudo
y su plato como llanto lloraba desierto

Melancolía/Salvador Dalí
  
Y la ilusión sigue empujando: 
pero si es de él y mío
también es tuyo
y lo tuyo de los suyos
y lo de los suyos de los que vienen
los hijos de los hijos!
es la ley de la vida que hasta el trébol ofrece
pero no quiso oír o no podía creerlo o no podía hacerlo
y se arropó aún más en el llanto
hoy el mundo y su  historia se hace manto espeso
y como cúmulos de peñascos como pesa este manto
y en el fondo de los pocitos se aviva la danza
perplejas interrogantes
asombradas admiración
 

Perplejidad y asombro sentir por debajo de la danza
el enigma acusador abierto en la frente y en el pecho
reviviendo en su minúsculo mar a sus barquitos de papel
ver como se pierden en la lejanía que desdibuja la bruma
aún el tejer del sueño sobre la estela que van dejando
y aquél niño que no juega porque espera a la madre
mientras la brisa con sus cabellos le enjuga las lágrimas.


Y desde el fondo del sueño y de esa espera
 ese niño oye decir: hombre lava bien tus manos!
porque hay que transubstar la sustancia del Cristo-hombre
porque la mujer debe madurar su vientre para gestar hijos
y primero el Cristo hacerse
no el hombre sino el humano
y primero la mujer hacerse madre
para que el niño llegue hacerse hijo
un hacerse en cadena para hacerse la vida

Cristo crucificado/Salvador Dalí
 
Hombre lavar bien tus manos!
volver al origen
entonces, podrás crear tu divisa
existo, luego soy yo
me amo, luego amo a los demás
pero, en este tiempo la divisa no es suficiente
y habría que volver al concepto mágico:
la transubstanciación! de la sustancia
y como en el trébol
por magia empieza el brote de la vida